Soy el enfermo, el asexual.

Escribí este pequeño poema cuando asistí a un curso de Sexualidad y Discapacidad, aprendí mucho, pero sobre todo aprendí a ver con otros ojos el tema arriba nombrado. Siempre decimos que entendemos o que estamos de acuerdo con tal o cual tema, pero veo que no es cierto, hay ciertos temas tabús que desconocemos por completo o nos hacemos los que conocemos, pero en verdad no nos preocupamos tan sólo un poco por tratar de entender la realidad de algunas personas que viven con nosotros, pero que en el fondo son unos perfectos desconocidos. Con este pequeño escrito no pretendo señalar a nadie, he intentado escribirlo desde su perspectiva, teniendo para ello que escribirlo desde dentro, como si fuera uno de los tantos que por ignorancia no pueden realmente tener una vida social y sexual plena. Se están logrando cambios, estamos caminando, pero queda mucho por hacer en este y en otros campos sociales, esta es mi composición:

Sexualidad, amor, deseo, placer,
qué palabras más bonitas,
que palabras más falsas para mí,
me miras y ves en mí a nadie,
me hablas y no me hablas a mí,
hablas al enfermo, al nulo, al nada.

¡Ay!, si supieras tan sólo un poco de mí,
¡ay!, si sintieras un poco lo que yo siento,
si fueras yo por un momento,
si me entendieras tan sólo un poco,
comprenderías mis deseos,
mis sentimientos amigo mío.

Soy el enfermo, el asexual,
el sin sentimientos,
el anulado sexualmente.
¡Ay!, qué equivocado estás,
qué cerrados tienes los ojos amigo mío.

Soy persona, estoy vivo,
tengo deseos, siento igual que tú,
dame la oportunidad de vivir,
no me reprimas,
ayúdame a sentirme vivo,
deja que sea yo mismo,
déjame vivir amigo mío.

Guía mis pasos, enséñame el camino,
dame tu mano, siente la mía,
dame tu apoyo, tu corazón,
siente mi alma, toma mi vida,
siénteme, apóyame, quiéreme, respétame,
no ves que estoy vivo amigo mío.
¡Estoy vivo!.

Por: Carlos Elizalde Sánchez.